viernes, 8 de mayo de 2009

Triunfo social.



Triunfo social
El criado me entrego el sobretodo y el sombrero y, como en un halo de íntima complacencia, salí a la noche.
“Una deliciosa velada”, pensé, “la gente mas agradable. Lo que dije sobre las finanzas y la filosofía los impresiono; y como rieron cuando imite el gruñido del cerdo”. Pero, poco después, “Dios mío, es horrible”, murmure, “Quisiera estar muerto”.
Logan Pearsall Smith.
(Aquí el autor, a través de palabras ajenas, intenta ilustrar sus propias sensaciones; como se percibe a si mismo en relación a los otros.).

El gran arte de escribir consiste en hacer a las personas reales para si mismas mediante las palabras.

Calcule que cada dos años, más o menos, una corriente interna de hartazgo me aleja de la poca gente que frecuento. Al día de hoy, un puñado de siete personas sobre un total de quince sobrevivieron a esta purga. No es que este orgulloso de ello, es una constatación un tanto dolorosa para mi; pero cada vez tengo menos paciencia y me vuelvo mas exigente y me aburro mas de todos. De mi mismo también, por supuesto, pero de eso se trata, de eso dependo para seguir adelante.
(Es que intenta decirnos que el aburrimiento es motor de cambio?)

Quisiera uno ser subyugado de vez en cuando por una inteligencia superior, por una sensibilidad carente de histeria, fresca y nada solemne; ser inspirado por la belleza de un alma noble cada día distinta. Pero no están así las cosas hoy por hoy, y hay que llorar en familia, y cantar mientras se pueda hacerlo.
(Aquí el autor habla por momentos en una voz impersonal, quizás para volver sus textos más accesibles al lector anónimo)