sábado, 12 de marzo de 2011

Chivo expiatorio



DIJO LA CRITICA :


“Es tan ridículamente egocéntrico que me da nauseas, y su auto ironía, que muchos señalan como un rasgo superior, es para mi solo falsa modestia de alguien que se ubica en una esfera intelectual que no le corresponde.
Hasta cuando seguirá forzándonos a este espectáculo morboso de decadencia espiritual?”

Aurelia Abad Senillosa, redactora de la revista “Novedades” de Montevideo


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“Estoy totalmente obsesionada contigo porque mi vida cotidiana, por mas que intente cada vez algo nuevo, es letalmente monótona; intente las drogas, el sexo, viajar, sumergirme en la cultura, y siempre llego a este punto donde me encuentro sola conmigo misma y no se que hacer. En ese momento me siento tan insoportablemente mediocre que quiero morir de inmediato; ahí entras tú con Ampadad, y de pronto eres la respuesta a mis ruegos: un espejo tan intenso y vasto que hace irresistible el paso al otro lado y, si, me fundo en tu entelequia dejando atrás este pellejo de oscuro plomo.
Ahora somos uno. Ahora nada podrá separarnos y ya nunca podrás deshacerte de mi vacía obsesión. O es que acaso existe una obsesión que no sea el síntoma de un vacío absoluto?”

Loretta Cruz Concha, de “La Nueva Frontera” revista del under Montevideano, extracto de una carta que me enviara el 26 de Febrero ultimo.

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“Se ríe de si mismo con una soltura envidiable; su estilo desopilante, a medida de su brillante sarcasmo, nos habla de el, si, pero nos habla mas profundamente de toda una generación, de toda una época, si se quiere.”
“En su prosa chispeante disecciona uno a uno todos los aburridos clishes que podrían caber en su repetitiva sesera, solo para volver a regurgitarlos una vez mas y escupirlos de modos progresivamente mas aburridos e insípidos; y es aquí donde reside el valor real de su trabajo: en esta permanente devaluación intelectual nos simboliza en realidad la devaluación misma del arte, de la estética, de la sociedad.
Ampadad es ya un secreto a voces.”
Wassington “el negro” Davalos, columnista del semanario anarquista “Deconstruccion”


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"Ampadad es obsesivamente sexy, y lo obsesivamente sexy no solo me obsesiona, sino que ademas esta de moda"

Julian Predell, del programa radial "Despierta, Bo!", de Montevideo.


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"Nada banal germina dentro de esta cabeza. Será un genio del Mal o un genio del Bien"

Elias Elian-Cabal, critico de arte, curador del museo Josefin Trelles, redactor adjunto del semanario "Agarta" de Itacare.


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"Tu ècris tout le temps la meme merde, et je ne dis rien!"

Auguste Charonne, Paris Match.

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En la barra de Güerrin hoy por la tarde, comiendo yo dos ideales porciones de muzarela, mi atención se detuvo en un hombre de unos cincuenta años gordo, con el pelo largo muy sucio pegado al craneo y una barba semanal que atesoraba bocado a bocado restos de pizza, con una mirada desoladora y un libro en la mano izquierda que, después vi, se titulaba “La evolución del ser humano” escrito por un autor improbable llamado Cristo.
Seguí observándolo; tomaba la pizza por el borde con una servilleta y luego se la zampaba en grandes bocados culposos, mirando cada vez de reojo a la gente que lo rodeaba, como si en vez de comer se estuviese masturbando en publico.
El pantalón de vestir negro le llegaba a la altura de sus dos protuberantes senos, donde se ceñía violentamente a su tórax con un finísimo cinturón amarillo. La camisa, dentro de su pantalón, tenia sin embargo las mangas desabrochadas y demasiado largas, tanto que le cubrían por completo las manos y daban la impresión de ser un chaleco de fuerza vulnerado.
Saco de su billetera tres pesos con cincuenta y pidió otra porción en la caja, a lo que le respondieron con un: “solo una?”, mirándole la panza desdeñosa, burlonamente.

sábado, 26 de febrero de 2011

bombix mori


“Su mirada, que intenta ser audaz e inteligente, denota por el contrario una evidente estrechez mental y espiritual. Su forma de andar, sus maneras al comer, con las cuales supongo quiere expresar su masculinidad caricaturesca, me resultan por demás ridículas, ni siquiera risibles; y usted se afana en imponer este espectáculo grotesco cada día a la hora del almuerzo; es que no se da cuenta? Es que encuentra en mi desprecio un estimulo? Como se supone que tendría que reaccionar a sus pantalones ajustados, a sus camisas entreabiertas de falsa seda estampada?
Por favor, lo que le pido, después de que lea esto, es que no intente un cambio rotundo, adecuándose a lo que, por oposición, puede pensar que yo aprobaría. Yo de usted no quiero nada, ni antes, ni ahora, ni nunca.”
Soltó la carta en la mesa, junto a su plato de morcilla vasca, y se abotono la camisa lenta y automáticamente; pero inmediatamente pensó en el final de la carta y volvió a desabotonarse de un tirón, atolondradamente, (en la acción pierde dos botones, pero él no lo sabe). Se levanta de la mesa con el plato de morcilla y camina por la cocina nerviosamente, engullendo grandes bocados fríos. Su marcha sonámbula lo lleva al baño; apoya el plato en la mochila del inodoro y se mira en el espejo del botiquín de lata; “quien mierda se cree que es, la concha bien de su madre?” piensa,mientras se peina el pelo de izquierda a derecha; de pronto se detiene, abre el botiquín y toma una bandita elástica, saca su pene flácido y lo ordeña un par de minutos hasta duplicar su tamaño, entonces le da dos vueltas con la bandita alrededor de la base y vuelve a guardarlo en su chupin negro.

Extracto del libro "Espirales" de Aurelia Abad Senillosa.
Ediciones del Extremo Oriente, Montevideo.

"En su nueva novela, Aurelia Abad Senillosa nos lleva de la mano de personajes insolitos de los cuales nunca sabremos su nombre; somos movidos a ciegas dentro de su calculada imprecisión, tanteando aquí y allá los rastros que sus personajes van dejando, rastros reptiles en la arena movediza de las relaciones humanas en la era del post-psicoanálisis"
Marcos Leiva Bustos
Gerente general de la librería Fórum, de Montevideo.
Periodista independiente y poeta vorticista.