Tezaburo M.

Me dicen que en el futuro los delincuentes tendran todos un microchip identificatorio, que ya fue probado en Japon con buenos resultados.Nos hablan de Tezaburo M., condenado a veinte años de prision efectiva pero liberado luego de seis años por falta de pruebas.Se nos cuenta que Tezaburo viajo a su salida de vuelta a su pueblo de origen, donde lo esperaba un sistema de monitoreo permanente , cuadra por cuadra; camaras situadas en esquinas estrategicas se activaban a su paso, gracias a sofisticados sensores de microchips satelitales construidos por la marca Hitachi.Al entrar a un bar su retrato y prontuario se hacen visibles en las computadoras de cada cliente, unidas por conexión Wi-Fi.
Tezaburo pide un café, no es conciente, por supuesto, de lo que pasa a su alrededor, ni siquiera nota el cambio en la actitud de la gente, que se mira entre si y miran a los policias de civil que constituyen un tercio de la clientela; ellos tambien estan nerviosos, no tanto por la presencia de Tezaburo como por el constante monitoreo de las camaras a su alrededor.
Tezaburo paga y se levanta, todo el publico al unisono se convulsiona, miran de reojo y un par buscan la ubicación secreta de las camaras, pero es inútil.
Sale del bar y, por increíble que parezca, notamos en el video que nunca se percato de nada, ocupado como estaba en disfrutar sus primeros momentos de libertad.Las camaras nos lo muestran volviendo a su casa caminando, antes de entrar pasa por la casa de su vecino y amigo, Ken; va a buscar a su perro, un bello pastor aleman llamado Uchiba, (manantial divino); Uchiba lo reconoce de inmediato, Ken le ha hecho el favor a “Teza” de llevarle cada semana ropa de su dueño para que no olvide su olor.Ken y Tezaburo se abrazan, Uchiba corre y salta alrededor.
Se critico en su momento el hecho de tomar como coballa a un delincuente tan poco problemático, del que ni siquiera se sabia si era o no un delincuente.
En total se gastaron cuarenta millones de Yens.