Estaba por ir a mi huerta a por la fruta para mi almuerzo y me quede clavao con la canasta en la mano mirando esta imagen perturbadora. Dibujo de anatomía-porno-diyección mezcla da Vinci con Hokusai; la vulva parece con sus labios nudosos un calamar que chupa el vigoroso falo. Siempre como si fuera la primera vez siento un sacudón al ver una vulva. Lo explicito que siempre es malo en todo donde aparezca, es hermosamente conmosionante y bueno en la contemplación de genitales. Al contemplar una unión vulva-falo pareciera que volvemos de un golpe a la realidad. La contemplación de los genitales nunca es serena, hay una vibración sorda y una ansiedad antigua que hace que la razón retroceda. A un charlatán se le debería mostrar un foto de una vulva carnosa y abierta para que se calle. Volviendo a la imagen, el falo aparece como un animal anfibio de aguas barrosas, un cuello que se extiende en una cabeza-glande con dos enormes ojos amarillos. Esta temeridad de la agresión anatómica-fálica se la comprende pudiendo simbolizar el miedo inconsciente de algunas mujeres al miembro. También se puede pensar que el rudo y macizo falo esconde en su color una enfermedad venérea fermentada, el aumentado grosor rebosa de pus. El corte transversal que muestra el pico dentro de la vagina es una imagen-ficción que nunca la veremos: ciego en el oscuro corredor de la vagina, el duro miembro empuja, acomete empellones. Entonces la bolsa vaginal resbaladiza de jugos, se contrae en varias contracciones, el hombre rebuzna y larga su liquido también. Se forma un emplasto oloroso: a eso se le llama amor.
Fraternalmente, desde Honduras,Dennis Giovanni Zaracho
Ten en cuenta que, leyendo estos textos, a la vez me reconozco y no me reconozco pues, pertenecen tanto a mi en su identidad como la cuarta reproduccion asexuada de una asteroidea.
1 comentario:
Estaba por ir a mi huerta a por la fruta para mi almuerzo y me quede clavao con la canasta en la mano mirando esta imagen perturbadora. Dibujo de anatomía-porno-diyección mezcla da Vinci con Hokusai; la vulva parece con sus labios nudosos un calamar que chupa el vigoroso falo. Siempre como si fuera la primera vez siento un sacudón al ver una vulva. Lo explicito que siempre es malo en todo donde aparezca, es hermosamente conmosionante y bueno en la contemplación de genitales. Al contemplar una unión vulva-falo pareciera que volvemos de un golpe a la realidad. La contemplación de los genitales nunca es serena, hay una vibración sorda y una ansiedad antigua que hace que la razón retroceda. A un charlatán se le debería mostrar un foto de una vulva carnosa y abierta para que se calle. Volviendo a la imagen, el falo aparece como un animal anfibio de aguas barrosas, un cuello que se extiende en una cabeza-glande con dos enormes ojos amarillos. Esta temeridad de la agresión anatómica-fálica se la comprende pudiendo simbolizar el miedo inconsciente de algunas mujeres al miembro. También se puede pensar que el rudo y macizo falo esconde en su color una enfermedad venérea fermentada, el aumentado grosor rebosa de pus. El corte transversal que muestra el pico dentro de la vagina es una imagen-ficción que nunca la veremos: ciego en el oscuro corredor de la vagina, el duro miembro empuja, acomete empellones. Entonces la bolsa vaginal resbaladiza de jugos, se contrae en varias contracciones, el hombre rebuzna y larga su liquido también. Se forma un emplasto oloroso: a eso se le llama amor.
Fraternalmente, desde Honduras,Dennis Giovanni Zaracho
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