martes, 21 de septiembre de 2010
cremor tártaro, (falsificaciónes)
Forzando las palabras para describir algo sin importancia: ¡oh,sufres,que dura es la vida, cuánto dolor y confusión!
Sinonimia: autocompasión flagelante .Falta de imaginación.
Ejercicio: escribir mala literatura a conciencia,(Quizás descubras que el resultado es igual a lo que siempre escribiste; conclusión posible: escribís mal)
Fragmento
Llegar del trabajo e irme a comprar con mi hija al mercado, (tolerar a toda esa gente que piensa que los bebes bellos son cosas publicas que pueden tocar a voluntad). Volver cargado con quince kilos de bolsas y subir los cuatro pisos por escalera con eso y un bebe de once kilos, (los pesos distribuidos en cada brazo). Subir cantando para mi hija, (cantando agudo porque le hace reír). Soplarle el pelo cuando ella tira su cabeza hacia atrás. Levantarle el chupete que tira en medio del ascenso y morderlo por el asta, (devolvérselo con la boca y de paso mordisquearle un hombro). Abrir la puerta de la casa, (madriguera), y soltar al animal en el piso de madera; preparar el agua para darle su baño: bañarla, secarla, vestirla. Me despido y tomo el colectivo en Paseo Colon, (un miserable genovés violador psicópata con un poco de suerte), y llego al laboratorio de idiomas a por mi clase de francés,(no se preocupe, usted es un encanto, profesora Trude). Regreso al hogar; bebe duerme, preparación de comida, cena.
Intermezzo cinematografico.
El sueño me ahoga en su cálido líquido antes de que termine la película de intriga internacional; lo hace suavemente, y su líquido es un néctar aterciopelado y sigiloso, que no se siente llegar.
Seis y media de la mañana, me despierto, (me descongelo rápidamente de mi cubetera en forma de forma que contiene todas las formas), doy de comer a las bestias maullantes y les dejo salir a completar su ciclo digestivo. Trato de comer algo de lo que, estratégicamente, compre para mí la víspera de la víspera, (unas almendras que resultaron húmedas, unas frutas secas demasiado secas), salgo velozmente y, circularmente, me tomo el mismo colectivo que la noche anterior,(en la misma avenida del Genovés violador psicópata que, unas cuadras después, veremos que tiene un enorme monumento). La embajada de Brasil, y sus boiseries doradas carcomidas por el tiempo, me tragan de un bocado y me expulsan nueve horas después,un poco más usado, un poco más viejo, un poco más cansado, un poco más proclive a escapar en fantasías alucinantes, (la gota de acuarela cae sobre el papel mojado y se abre, hasta que casi se diluye por completo).
apendice uno
Y que estaba pensando cuando, en medio de la golpiza que le dio al viejo Matraca, saco la 45 y tiro tres tiros al aire ? (La sonrisa desencajada,la mirada perdida,envuelto en su nube de pólvora; la sangre caliente del matraca cayéndole por la muñeca que sostiene la pistola en alto;en éxtasis). No sabemos, no sabemos nada.Lo veo alejarse calle abajo corriendo;las puertas y postigos de la chusma que se cierran a su paso;el sonido de la sirena acercándose por Magallanes,y el cuerpo yacente de Matraca en el empedrado,salpicado de dientes, llevado a rastras por cuatro desconocidos que no paran de reírse.
apendice dos
Me había puesto miel solida en las fosas nasales para calmar una molestia, y ahora el calor de la respiración la fundía y la hacía chorrear en mis bigotes; así que de vez en cuando me relamía, o me quitaba el excedente con el índice y me lo llevaba a la boca, como un cocainómano desaforado.
apendice tres
"Tomo el frasco, es de vidrio turquesa y tiene un tapón de corcho, lo acerco a la luz lunar que entra por la grieta en el muro y alcanzo a leer lo que dice: crémor tártaro"
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